Cuando aparecen líneas o aberturas en muros, techos o suelos, es habitual preguntarse si se trata de una simple fisura o de una fractura en estructuras. Aunque ambos términos suelen confundirse, la diferencia entre fractura y fisura es clave para determinar la gravedad del problema y el tipo de reparación que necesita la estructura.
¿Qué es una fisura?
Una fisura es una abertura muy fina y superficial que solo afecta las capas externas del acabado, como el yeso, el revestimiento o la pintura.
Por lo general, las fisuras no superan 1 milímetro de ancho y no atraviesan el muro por completo. Son habituales en viviendas nuevas o en edificaciones que sufren ligeras variaciones de temperatura y humedad.
Este tipo de grietas suelen deberse al asentamiento natural del terreno, a la contracción de los materiales o al simple envejecimiento del revestimiento. No representan un riesgo para la estabilidad del edificio, aunque conviene repararlas para evitar filtraciones o deterioro estético.
La reparación de una fisura es sencilla: basta con limpiar la zona, aplicar un sellador o masilla y repintar. No obstante, si reaparece con el tiempo o se ensancha, podría ser señal de un movimiento más profundo que requiere evaluación técnica.
¿Qué es una fractura estructural?
A diferencia de la fisura, una fractura (también llamada grieta estructural) es una rotura profunda que atraviesa todo el espesor del material. Este tipo de daño afecta a la parte portante del muro, pilar o losa, y puede comprometer la seguridad de la estructura.
Las fracturas suelen tener más de 1 mm de ancho, y pueden aparecer de forma diagonal, vertical u horizontal. Suelen originarse por problemas de cimentación, asentamientos diferenciales del terreno, sobrecargas, o movimientos estructurales mal absorbidos.
Cuando se detecta una fractura, es fundamental no intentar repararla por cuenta propia. Se debe contactar a un ingeniero estructural o especialista en cimentaciones, quien analizará las causas y definirá el tratamiento adecuado, que puede incluir refuerzos, recalces o reparación del cimiento afectado.
¿Cómo distinguir entre una fisura y una fractura?
La principal diferencia entre fractura y fisura está en su profundidad y en el riesgo que representan.
- La fisura afecta solo la superficie y tiene un carácter estético o menor.
- La fractura atraviesa la estructura y puede ser síntoma de un fallo grave.
Un método sencillo para diferenciarlas es observar el ancho y la profundidad: si la grieta permite introducir una moneda o si se percibe al otro lado del muro, probablemente se trate de una fractura. Además, si la abertura aumenta con el tiempo o aparecen manchas de humedad, el daño puede estar relacionado con un movimiento estructural.
La importancia de un diagnóstico profesional
En Sistema de Cimentaciones, contamos con un equipo especializado en la evaluación de grietas, fisuras y fracturas estructurales. Analizamos el origen del problema, el comportamiento del terreno y las condiciones de la cimentación para ofrecer una solución duradera y segura.
Si notas grietas profundas o movimientos en los muros, no lo dejes pasar. Detectar a tiempo la diferencia entre una fisura y una fractura puede evitar daños mayores y garantizar la estabilidad de toda la estructura.
